EL COLOR ES DE GRAN VALOR, LAS COMBINACIONES DE COLORES ARMONIOSOS PUEDEN EXPRESAR TODAS LAS EMOCIONES POSIBLES Y LOS VALORES ESPIRITUALES. CADA COLOR TIENE SU VALOR EXPRESIVO PROPIO, ES POR ESO QUE UN COLOR EN PARTICULAR SE PUEDE COMUNICAR EMOCIONES SIN MOSTRAR OBJETOS REALES. CADA ACENTO DE COLOR EN UNA IMAGEN DEBE DAR LUGAR A ASOCIACIONES DE CARACTER MISTICO O MUSICAL.

martes, 24 de noviembre de 2009

UNA CASA

Anoche tuve un sueño muy raro.  Era un día especial, no recuerdo porqué, pero llegaba a mi una casita de cartón armable. El cartón tenia texturas y distintos colores, colores sepia, grises, colores opacos, como papel mural...

Me dispuse a armarla.  Y la armaba ansiosamente

No soy muy buena para las manualidades, así es que el armado no me quedaba muy perfecto, habían fallas, partes que doblé mal, o que pegué mal.... traía unas instrucciones, pero como siempre no las entendí mucho, y la esquina “A”  no coincidía muy bien con la “B”, pero yo quería verla luego armada y lo hice al lote no mas.  De repente, cansada ya, la dejé porque no me estaba quedando bien. 
Me fui a la casa, vivíamos con mis papás en la playa, en una loma, donde habían pocas casas pero eran de gente muy rica.  Nuestra casa era una casita pequeña, de madera, que avergonzaba mucho a mi madre, yo vivía ahí sin darme mucho cuenta de como era la casita. Lo que si me molestaban las quejas de todos, todo el día se quejaban que la casa era muy chica, que no había espacio, que estaban incómodos.. Yo sabía que lo que sucedía era que sentían vergüenza de vivir en una casa tan chica, cerca de otras casas que eran lujosas y bonitas.  A mi, sinceramente eso me era absolutamente indiferente.
Me acordé de mi casita plegable, y fui corriendo afuera a seguirla armando.  Cuál fue mi sorpresa, cuando vi la casita terminada, pero era tamaño natural, grande, inmensa, con todas sus fantasías pero a tamaño natural.   Los demás ya estaban rodeandola, incluso estaban entrando para verla, y felices creían que la casa era de verdad.  Me felicitaban y yo me reía, y miraba, medio cómplice feliz de que me valoraran y no les decía nada que la casa era solo un juego mío, que él cielo me había regalado.  Yo corría y tocaba las paredes y las sentía de cartón, frágiles, y advertía que no entraran o subieran las escaleras, porque se podía desarmar (sabía que no había quedado muy bien hecha, conocía los errores que yo había cometido), no me escuchaban, por fin una casa grande y bonita que llamaría la atención de los vecinos...  Yo no me sentía segura ahí dentro, tocaba las murallas y estaban húmedas, podían doblarse, incluso de repente cedía una ante mí, y la sujetaba con las manos y la subía de nuevo,  Todos querían trasladarse a vivir a la casa, y lo fueron haciendo de a poco, estaba amueblada, con muebles super elegantes, a mi no me importaba.  Lo que me interesaba era el exterior, en las murallas exteriores, habían muchas cosas sobre mi historia que me sorprendieron.  El cielo se habia encargado de poner  todo lo mío en ellas, me sorprendió lo que sabia de mi.  Habían fotos mías por todos lados, de todo lo que he hecho en mi vida, si había modelado, ahí estaba, vestida de modelo peinada, maquillada; estupenda, me cargaba esa foto..  Fotos de todas mis aventuras, pero eran retratos míos, y hartos, yo no sabía que existían; había cosas que yo había escrito, era como un diario, toda la fachada y las murallas exteriores eran como un collage de cosas de mi vida. Al principio me molestó verme tan expuesta, yo soy tímida, o no sé, no me gusta mostrarme... luego al ver la cosa tan terminada, me di cuenta que tenía que mirarla, dejar que la vieran y asumirla.  De a poco fui metiéndome en mi mundo, lejana de los demás, que ya se habían instalado en la casa, incluso llegaban los vecinos a verla y a admirar esta casa tan grande y especial.  Era una casa.  No había patio ni jardines, era una gran casa instalada en una colina, recortada en el cielo. Yo, ajena, buscaba dentro de mí más sobre mi, y lo iba armando.  Ya no me avergonzaba, sino que me entretenía, ya estaba empezando a gustarme esto de lucirme frente a los demás, de ser un poco famosa. Incluso me empecé a caer bien, empecé a encontrar mi vida llena de cosas, miles, las murallas se llenaban de cuentos de fotos, de colores de texturas, de letreros, y empecé a hacer lo que se me ocurría, sin ninguna restricción. Me mostraba, revelaba mis secretos, jugaba..  A veces llamaba a mi madre para mostrarle lo que estaba haciendo,  pero ella no le interesaba, incluso me retaba por ser tan verdadera... no eso no fue así, fuiste tú que me mentiste y yo tuve que castigarte y tu papá....   Discutíamos los acontecimientos que yo narraba de mi vida, (siempre lo hemos hecho) ella todo lo tergiversaba para no quedar mal.  En todo caso no se notaba, mi creatividad estaba en su punto máximo y mi medio de expresión era muy abstracto, a estas alturas, yo sentía que todo lo decía, y me atrevía, ya no me daba vergüenza, ya no esperaba que me entendieran, no era para ellos, era para mi... y ya me estaba queriendo un poco.

Esa casa finalmente, era yo absolutamente.  En su exterior estaba mi nombre por todas partes. En el interior vivían felices los demás, yo sabía que no estaban muy seguros, pero como no sabían que la casa era yo o la había armado yo, pensaba, nada les iba a pasar.  Era un honor tenerlos a todos en Mi Casa.

FIN 


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